Tener agua caliente en casa, sobre todo en invierno, a veces se convierte casi en un
lujo.
Los termos eléctricos consumen una gran cantidad de energía para mantener el agua
a la temperatura deseada.
Este gasto energético constante, sumado a los precios de la luz, convierten al termo
en uno de los mayores responsables de los aumentos en tu factura.